Figura activa en la independiencia de México. Ordenado dominicano a los 16 ó 17 años, dedicóse en su juventud a las lecturas de Rousseau y Voltaire. Proclamó en el semón de la Virgen de Guadalupe de 1794 que la aparición de la Virgen era una impostura. Por ello fue desterrado a Santander (España) y durante varios años permaneció en Europa: se acercó a Roma y Francia para el Concilio convocado por Napoleón I; volvió a la Península donde fue nuevamente perseguido y acabó trasladándose a Londres, desde donde se embarcó a Méjico y, siendo otra vez apresado y desterrado, se marchó a Estados Unidos. Volvió a su país, México, una vez proclamada la independencia. Fue llamado por el Congreso mejicano, donde pronunció el discurso en el que narraba toda su vida y salían a relucir sus ideas republicanas.