Biblioteca Virtual de Polígrafos
Arellano, Juan Manuel de
Arellano, Juan Manuel de
(Herce, España, 1686 - Alcalá de Henares, España, 1749)
Apuntes biográficos/históricosTratadista cinegético. Perteneciente a una familia de hidalgos de La Rioja Baja entroncada con la Casa de los Lizana-Arellano de Alcalá de Henares y de Arnedo, cuyos antepasados se remontan al siglo xv, era el hijo legítimo de Ana Alcalde y Bretón, natural de Bergasa, un pueblo cercano a Arnedo, y de Bernardo de Arellano y Pascual, de la villa de Herce, obispado de Calahorra y La Calzada, donde también nació Juan Manuel de Arellano.
Contrajo matrimonio a los veintitrés años con Inés Serrano, en 1709, de cuya unión nacieron tres hijas y un hijo fallecido prematuramente. La familia vivió de su hacienda rústica, aunque de mediana importancia y muy disminuida en sus últimos tiempos, pues la caza le interesó más, sin duda, que la buena gestión de su patrimonio. Escribió El Cazador Instruido y Arte de cazar, que dedicó —en ocho hojas— al rey Fernando VI, “al Serenísimo y Amabilísimo Príncipe de España”, un año antes de que comenzara su reinado.
Se trata de la primera nueva obra española de caza publicada en el siglo XVIII y fue acogida con gran popularidad en su tiempo, como lo acreditan las seis ediciones habidas entre 1745 y 1807. Los capítulos, en número de veintisiete, la mayor parte de ellos de corta extensión, versan sobre el comportamiento del cazador así como unas pequeñas reglas para el tirador principiante: la largura del cañón y cómo se ha de guardar de la boca de la escopeta, cómo se ha de probar la pólvora, la libertad que puede tomarse el tirador, la búsqueda de una caza mal herida y cómo el tirador ha de entrar a cazar con el perdiguero, así como la prevención que se debe llevar cuando se va de caza y lo que debe observar en el campo para no dar un escopetazo al compañero. Hace igualmente una interesante tesis sobre la caza mayor, comentando la caza mayor de espera, la caza mayor con escarchas o rosadas, así como sobre los ojeos de caza mayor y la formación de una plaza para la caza mayor para Reyes y Príncipes Soberanos. También hace referencia a las propiedades que ha de tener el caballo para tirar de él y a la crianza y enseñanza de los perdigueros, diferenciando entre el perdiguero maestro y el que caza por bajo. Alude a continuación a las piezas de volatería y caza menor, es decir, de los conejos y liebres y sobre la búsqueda de codornices, becadas piconas o chocha perdiz y describiendo los géneros de las perdices y sus tiempos, además de los arranques y la diversidad de sus vuelos, que complementa con los métodos para coger lobos, buitres y águilas loberas.
A pesar del éxito de la obra, Juan Manuel de Arellano, tras pagar sus últimas deudas en su pueblo natal, murió arruinado en Alcalá de Henares, si bien hasta sus últimos días estuvo arropado por todos sus familiares y parientes.
Contrajo matrimonio a los veintitrés años con Inés Serrano, en 1709, de cuya unión nacieron tres hijas y un hijo fallecido prematuramente. La familia vivió de su hacienda rústica, aunque de mediana importancia y muy disminuida en sus últimos tiempos, pues la caza le interesó más, sin duda, que la buena gestión de su patrimonio. Escribió El Cazador Instruido y Arte de cazar, que dedicó —en ocho hojas— al rey Fernando VI, “al Serenísimo y Amabilísimo Príncipe de España”, un año antes de que comenzara su reinado.
Se trata de la primera nueva obra española de caza publicada en el siglo XVIII y fue acogida con gran popularidad en su tiempo, como lo acreditan las seis ediciones habidas entre 1745 y 1807. Los capítulos, en número de veintisiete, la mayor parte de ellos de corta extensión, versan sobre el comportamiento del cazador así como unas pequeñas reglas para el tirador principiante: la largura del cañón y cómo se ha de guardar de la boca de la escopeta, cómo se ha de probar la pólvora, la libertad que puede tomarse el tirador, la búsqueda de una caza mal herida y cómo el tirador ha de entrar a cazar con el perdiguero, así como la prevención que se debe llevar cuando se va de caza y lo que debe observar en el campo para no dar un escopetazo al compañero. Hace igualmente una interesante tesis sobre la caza mayor, comentando la caza mayor de espera, la caza mayor con escarchas o rosadas, así como sobre los ojeos de caza mayor y la formación de una plaza para la caza mayor para Reyes y Príncipes Soberanos. También hace referencia a las propiedades que ha de tener el caballo para tirar de él y a la crianza y enseñanza de los perdigueros, diferenciando entre el perdiguero maestro y el que caza por bajo. Alude a continuación a las piezas de volatería y caza menor, es decir, de los conejos y liebres y sobre la búsqueda de codornices, becadas piconas o chocha perdiz y describiendo los géneros de las perdices y sus tiempos, además de los arranques y la diversidad de sus vuelos, que complementa con los métodos para coger lobos, buitres y águilas loberas.
A pesar del éxito de la obra, Juan Manuel de Arellano, tras pagar sus últimas deudas en su pueblo natal, murió arruinado en Alcalá de Henares, si bien hasta sus últimos días estuvo arropado por todos sus familiares y parientes.
Formas alternativas del nombre Arellano, Juan M.
Búsquedas en el catálogo
Campo de Actividad
Lengua asociada
Género
Hombre
