La cultura hispánica y 'Menéndez Pelayo Digital'

Menéndez Pelayo Digital y logos de la Fundación Ignacio Larramendi y de DIGIBÍS

Xavier Agenjo Bullón

El año de 1999 estará marcado, en lo que a Menéndez Pelayo se refiere, por el hecho de que, tal vez inesperadamente se vaya a disponer, de lo que podría considerarse una nueva edición, tanto de sus Obras Completas como de su Epistolario, así como de una actualización de los estudios bibliográficos a él dedicados. Esta nueva edición, con la que Menéndez Pelayo cruzará el umbral del nuevo siglo, está acorde con el signo de los tiempos. Se trata de un Menéndez Pelayo digital, es decir, de la digitalización de las Obras Completas de D. Marcelino (de su Epistolario y de su Bibliografía) con todo lo que ello conlleva. Es decir, multiplicación de las posibilidades de consulta de su obra como si a la vieja Edición Nacional le hubieran brotado tantísimos índices como palabras contiene. Y eso es, efectivamente, lo que gracias a la informática, ha ocurrido.

De esta manera, Menéndez Pelayo se convierte en el autor español más y mejor editado; sus Obras Completas, su Epistolario completo, su completa producción en soporte digital. Para ésta, su primera salida, se ha elegido la opción del disco, pero a muy poco tardar, pongamos el año 2000, estará también en la red. El paso inicial del cederrón permitirá además poner de manifiesto los errores cometidos durante la transcripción de los textos y su codificación.
A esta nueva edición de Menéndez Pelayo, Menéndez Pelayo Digital, le seguirán sin solución de continuidad, de forma permanente, nuevas ediciones, pues se podrá ir retocando el texto, detectando cada errata, cada interpolación, incorporando inéditos o nuevas cartas, e incluso en el caso del Epistolario aquellas cartas que únicamente aparecieron resumidas en la edición impresa. De esta manera, un Menéndez Pelayo más perfecto, gracias a lo que podríamos llamar la ecdótica digital, y un Menéndez Pelayo más útil, gracias también al poderoso instrumento que suponen los sistemas de gestión de bases de datos, se ofrece al hispanista, al investigador, al especialista, al curioso, lográndose de esta manera, la máxima difusión posible de su obra, pues otra no es la obligación de la Sociedad Menéndez Pelayo y la vocación de su Biblioteca.

De estas mismas técnicas se ha beneficiado nuestro Boletín, y también en 1999 aparecerá en disco compacto la totalidad de lo publicado desde su bautismo en 1919 hasta el año de 1995. Al igual que Menéndez Pelayo digital, el Boletín irá incorporando los nuevos avances tecnológicos (DVD, Internet) hasta convertirse en el nuevo milenio en una publicación electrónica. Tantas y tantas palabras escritas y publicadas en el Boletín, tantos y tantos datos recogidos que se difundieron a través de sus páginas, serán más accesibles que nunca gracias a los medios que nos proporcionan las nuevas tecnologías de la información.

No debe olvidarse por último, que Menéndez Pelayo Digital no es más (ni nada menos) que el primer paso, obligado, de la Biblioteca Virtual de Menéndez Pelayo, proyecto que, no pretende otra cosa sino aquello que persiguió el propio D. Marcelino en la única de sus obras de la que declaraba no encontrarse insatisfecho: reunir toda la herencia del pensamiento hispano para que pueda ser estudiado y conocido en todo el mundo. Para que nos enorgullezcamos de él, y para que nos demos cuenta de sus limitaciones, para poner el consabido granito de arena en el edificio de lo hispano (de Hispania) en el tercer milenio.

Multa et multum.