Coplas que hizo
porque passando un día por una calle donde su dama estava con
una compañera suya,
y también tercera de él que se llamava Xerez, las cuales
él no havia visto, fué llamado por su señora, y començaron a
hablar los dos; y algunas veces ella burlando de él y
desfraçandole y buelve la habla a su compañera; donde él toma
argumento para hacer este diálogo en que se introduce Puerto
Carrero, Perez, ella, que es su señora; y Lope Osorio, hermano de
la señora; y comiença ella desta manera:
E.
¡Puerto Carrero!
P .
¡Señora!
E. ¿Dónde
vais?
P .
No sé dó voy
Ni do vengo
ni dó stoy,
Ni sé de mi
parte agora.
E. Nunca yo
menos os ví:
P . Verdad
es;
Mas la culpa
vuestra es,
Que después
que os conoscí
Nunca me
acuerdo de mí.
E.
Quien de si no tiene acuerdo
¿De quién se
puede acordar?
P . De vos
que en no os olvidar
Acuerda mi
desacuerdo:
De mi bivo
descuidado,
Y quiera
Dios,
Que la
memoria de vos
Me ponga en
tanto cuidado
Que biva
desacordado.
[p. 190]
Dice ella a la compañera
Hermana, ¿vos no le ois?
X . Sí,
señora.
E.
¿Qué os paresce?
X . Que a su
cuenta no meresce
Los males que
le dezis.
E ¡O! callá,
que me enojais;
No es
despecho
Que en
descuento de lo hecho
Diga más.
X .
¡Donosa estais!
¿Y de esso os
maravillais?
E. Péname
ver cuál estais.
X . Y a mi
lo que vos hazeis.
A quien tanto
mal quereis,
Veamos, ¿por
qué le hablais?
E . Poco
llevais, de esta tienda,
Ni él me
entiende,
Porque quien
seguro prende,
Hasta tomar
de el emienda
Trabajo que
no me entienda.
X . ¿Quereis
ver si os aprovecha?
Llamalde: ved
si verná.
E. No, sino
vos le llamá,
Porque suba
sin sospecha.
X . Mejor es
que le dexeis,
Que es
pecado:
Harto está
desventurado:
Baste el mal
que le hazeis,
Sin que le
desespereis.
E . No os
turbe velle turbado,
Que aun que
en las muestras padesce
No es el más
el que paresce,
Que yo siento
su cuidado.
X . Bien,
que no vasse a morir.
E . Yo os
digo:
Escondeos,
velle os comigo;
Hazelle acá
subir
Si aveis gana
de reir.
X . ¡En
venir está pensando!
No verná si
os entendió.
[p. 191]
E. Tan aina lo
llame yo
Como verná
trompicando.
X . ¿Quereis
apostar que no?
E. ¿Qué va
que si?
Mas no os ha
de ver aquí.
X . ¡Cómo!
¿Estorvaros hé yo?
Llamalde, que
ya me vó.
E. ¿Acordáis
de responderme?
P. No sé qué
acuerde de mí,
Pues acordar
que os serví
Acuerda el
desgradescerme.
Pues con
tristeza acordada
Me matais...
E. Acabá,
dezi do vais.
¡Qué
respuesta tan penada!
P . Triste
voime a mi posada.
E. Acordaos
cuando bolvais
Que aveis de
subir acá.
P. Yo me doy
por vuelto ya;
Por esso, ved
qué mandais.
E. No son
cosas para en plaça.
P . Subiré,
Si manda
vuestra mercé,
Aunque avia
de ir a caça.
E. Subí,
¿quien os embaraça?
Habla ella a su compañera diziendole cual le verá desque suba, y dice:
Ora le vereis
venirse
Passeando y requebrarse;
Velle eis sin pena quexarse,
Y con quexas despedirse;
Velle eis mil vezes partirse
Sin que parta;
Velle eis que nunca se aparta
Dela muerte sin morirse;
Vereis que no es de sufrirse.
La consideración que él hace subiendo
Pues tan
alagüeña está
Quien jamás me dió respuesta,
Cautela deve ser ésta.
¡Líbreme Dios! ¿qué será?
[p. 192] Del sí que dí me arrepiento
¿Mas por qué,
Que yo en mi vida le erré?
Pero en ser llamado siento
Novedad con que me afruento.
Señor, a ti
me encomiendo,
Que vó entre la Cruz y el lecho.
Mas yo, triste; ¿qué le he hecho
Para que suba temiendo?
Subir sin temor puedo,
Mas ya subido,
No quisiera ser nascido,
De turbado, que el denuedo
Huyó de miedo del miedo.
Pero ya fueme
forçoso
De seguir lo començado,
Presumiendo de esforçado
Con coraçon de medroso.
Encubriendo mis temores,
Fui en presencia
De quien vi tanta excelencia,
Que en contemplar sus primores
Me mudé de mil colores.
P.
Vuestra merced ¿qué
memanda?
E.
¿Qué? que murais mala muerte,
O que bivais de tal suerte
Que huyais vuestra demanda.
P.
¿Luego morir me mandais?
E.
Yo no lo hago,
Pero levareis en pago
De la pena que mostrais
Revés de lo que buscais.
P.
Busqué harto mal en
veros,
Pues que me es fuerça serviros;
Busqué vida con sospiros,
Causada por conosceros;
Busco el fin, y en mi ventura
No le hallo;
Busqué más dolor que callo,
Porque no tiene figura
Mi crescida desventura.
E.
Será mejor que
busqueis
Fin a comienço tan largo,
[p. 193] Donde el medio es tan amargo
Que no os arrepentireis
De huir por mi consejo
Vuestra gana;
Y la ida sea temprana,
Porque no os huya el conejo;
Acordaos que es refran viejo.
P.
¿Y esso es nuevo
para mí
Sin que esse refrán viniera?
Lo que sirviendo se espera
Dias ha que lo entendí;
Pero quien os conosciese
No podrá
Huiros, ni lo querrá
Porque sin vos quien biviere
Mientre más bive más muere.
E. ¿Sabés ora cuánto os vá?
Entendida es vuestra cuenta,
Pero la mayor afruenta
Sé que en mi bevir está.
P.
Y en la muerte está el reposo,
Aunque se esconde.
E. ¿Qué digo y qué me responde?
Ios, que sois enojoso.
P.
Ni sé, ni quiero, ni oso.
E. ¡Mira
como se arrepiente!
P.
No tengo otra cosa buena
Sino que si sufro pena,
De mi grado se consiente.
E. Pues quitá el pie del escala
Y bolveos
Sin buscar otros rodeos;
Si no, ¡assí Dios me vala!
Que avreis de ir enoramala.
P.
Mejor enmienda
pedís
Que verme con tan ruin vida,
Sin tenerla merescida.
E.
Y vos, ¿por qué la sofris?
P.
Porque resulta más gloria
En mi passion
Que meresce el afición;
Y con esta tal memoria
Mi dolor es mi victoria.
[p. 194] E.
Bien hazeis el
requebrado,
Desdeñado y mal querido:
Do no fuéredes conoscido
Serés mejor empleado.
P.
Fin ha hecho mi esperança.
E. ¿Y qué os la quita?
P.
Vuestra beldad infinita:
Mi dicha, que no os alcança,
Causa en mi desconfiança.
E.
¡Catá qué donoso
estais!
¿El mundo acábase en mí?
P.
Para mí, señora, sí,
Que del todo me acabais.
Y con tan justa raçón
Pues yo os veo,
Cabo sois, porque el desseo
Da comienço a la afición
Donde acaba el coraçon.
Acaba quien
no comiença
A quexar sus desventuras.
E. Dexaos ya de essas locuras;
Noramala, avé verguença.
P.
De no quexar lo que siento.
Assi gozeis
Como lo que meresceis,
Y mi no merescimiento
Quítame ell atrevimiento.
E.
Que si fuésemos
iguales,
No avría más que hazer.
P.
No os plaze de me entender
De que no os penan mis males.
Digo que no puede ser
Quien os vió
Hacer más de lo que yo;
Y aquí quiero fenescer,
Sin poderos merescer.
E. Merescen vuestras maneras
Pena por lo que haveis dicho.
Desde aquí pongo entredicho
Porque hablemos de veras;
Si no dexáme rezar.
P.
¡O señora!
¡Sobre ser mi matadora
[p. 195] Me quereis disimular
Porque crezca mi penar!
¡Por Dios que
me remedieis!
E. Por vuestra vida ¿que es esso?
¡Que buen enmendar de avieso!
¡De penado os atreveis!
Nunca mas passion ni pena
Tenga yo
De la que mi vista os dió,
Que yo la terné por buena.
P.
Nuevo dolor se me ordena.
E. No es
ya cosa de sofrir
Engaño tan descubierto.
¿Vos no pedís veros muerto
Huyendo vuestro vevir?
¿Qué novedad de dolor
Puede ser
Puesta sobre fenescer?
P.
Lo que sufre el amador
Sin dubda es mucho peor.
E.
Y lo que es peor de
aquí,
Pedir mis tristezas vos.
P.
Señora, no plega Dios,
Antes me acaben a mí.
Soy de buen conoscimiento
E. Assí os quemen
Como vuestros miedos temen
Memoria del mal que siento,
Ni os passa por pensamiento.
P.
En más congoxas me veo
Que dubdais mi pena fuerte,
Que de recibir la muerte,
Pues la pide mi desseo.
¿Quién sostiene tanto daño?
E. ¿Como quién?
P.
Vos, señora, porque el bien
De miraros muy estraño
Sufre el mal de todo el año.
E.
Ios d'ai, no me enojeis.
¿Donde os vino atrevimiento
P.
De mi triste pensamiento,
[p. 196] Del mal que vos me hazeis,
Que el da causa que se os diga...
E.
¡Callad ya!
P.
No sé cómo lo hará
Quien quexando su fatiga
Os halla más enemiga,
Pues vuestra
merced se enoja,
Quiero que tengais derecho
Haciendo os algun despecho.
E. ¡Guarda allá! ¿qué se os antoja?
P.
Veros vuestra gentileza;
Y cuanto os veo,
Todo lo pide el deseo;
Mas do ay tanta crueza
Lo mejor es más tristeza.
E. Estad,
noramala, quedo.
P.
No quiero ni quiera Dios.
E. ¿Qué tanpoco tengo en vos?
P.
Más de ser mucho no puedo.
E. ¿Mucho llamais enojarme?
P.
No querría;
Mas mi forçosa porfía
Busca para más penarme
Maneras de consolarme.
E. Bien hazeis a
costa agena.
P.
Yo, señora ¿en qué os ofendo?
E. Ea, no vamos riñendo.
P.
¿Que más puede ser mi pena?
No sé que más mal hagais.
E. ¿Qué os he hecho?
P.
Tanto mal que de derecho
Merezco, aunque no querais,
Que en mi gloria consintais.
E. ¿Cómo pensais
que os entiendo?
Mejor me perdone Dios.
P.
Él me dé gracia con vos.
E. ¡Ihesú! de vos me defiendo.
P.
Yo no de vos, más de mí.
E.
De vos ¿por qué?
P.
Bien dezís, porque busqué,
Viendo que no os merescí,
Vida con que fenescí.
[p. 197]
E. Fenescido y
requebrado
No caben en un sugeto,
Aunque os tengo por discreto.
P.
Téngome por desdichado,
Mas quien pone su cuidado
Do se olvida,
Aún más pierde que la vida,
Pues está predestinado
A bevir desesperado.
E. Eso mas fué
de estudiante
Que de discreto en amores.
Trocá el estudio a primores,
Pues presumís de costante.
P.
Aprendí ¡mala ventura!
En vuestra escuela,
Do mi saber se desuela;
Y cuanto bien me procura
Mi gloria, es mi desventura.
Este es el
estudio mío:
Con mil passiones estrañas
Allí quemo mis entrañas,
Y a la fin me desconfío
De la dicha y mi porfía
Y de la ciencia,
Pues no hallo diferencia
Sirviendo os, de mejoría,
Antes peor cada día.
Pues he dicho
mi tormento,
Mis cuitas y dessearos,
No quiero más enojaros.
E. Más os vá que juramento.
P.
Dezis que no se quexe.
E.
Adevinar,
O que no teneis que quexar,
P.
Presto mi vida te dexe,
Porque tanto mal se alexe.
¡O quien no
fuera nascido,
Pues manifiesto paresce
Lo que mi bevir padesce,
Lo que espera lo sofrido!
¡Aun bien no quitan la nema,
Comparado
[p. 198] Al dolor apassionado
Do mi fe se abrasa y quema,
Y decís que acabe el tema!
Mirá cuanto
sobrepuja
Al que he dicho mi dolor,
Que de muy luenga lavor
Fué el enfilar del aguja
Es vihuela que tempré;
Fué el tentar
Sin tañer y sin cantar;
Fué justa que concerté
Do a mala bez me ensayé
Missa en
pontifical fué
Mi triste comparación,
Y paró en la confissión,
No porque faltó la fe.
Mi pena, Dios es testigo,
Y mi razón,
Mas vuestra dispusición
Contraria al bien que consigo,
Vierte todo cuanto digo.
Causa de vida
penada
Es esta gloria de veros,
Pues no puedo hacer creeros
Las quexas de mi embaxada.
Y aun no hize la levada
De lo que es,
Y vos, dama descortés,
Sin ser la salva acabada
Dais la mesa por alçada.
E.
Dexad las comparaciones
Y quexad lo que sentís,
Porque cuanto me dezís
Todo passa entre renglones.
Tomais unas conclusiones
De penar;
De no saberos quexar,
O de falta de passiones
Os fallescen las razones.
P.
Lo que siento es lo que
veis;
Tal es, que de amos me espanto:
[p. 199] De mí, cómo sufro tanto:
De vos, de cuanto hazeis.
Sin vos siéntome morir,
Y presente
No ay lugar que me contente,
Ni manera de bevir:
Juzgad qué debo sentir.
Sufro el
desseo de veros,
Y en veros desseo oiros,
Y en oiros conosceros,
Donde me es fuerça serviros.
Serviros cresce el desseo,
Y el desear
Me haze desesperar,
De la gloria que posseo
Cuando cabe vos me veo.
Más sufro de
lo que digo,
Que el amor es sospechoso:
Desta causa soy celoso
Por serme más enemigo;
No de vuestra condición
Más de mí:
Tan sin ventura nascí,
Y vos con tal perfectión
Que está cierta la passión.
E.
¿Vos hablais?
P.
No, ni quisiera.
E.
Mas, de veras, ¿dezís algo?
P.
No, ni sé si entro ni salgo,
Si estó dentro, si estó fuera.
Ni sé si prueve a sallirme
O si estaré,
Ni pienso lo que haré,
Ni bien oso despedirme,
Ni estó ni quiero partirme.
Y pues que yo
no me entiendo,
No es mucho que no me entiendan,
Ni que mis males me ofendan,
Pues los busco y los entiendo.
¿Dónde se cosió esse guante?
E
¡Qué deslates!
¿Vienen ya los disparantes?
[p. 200] Pues yo os do fe que me espante,
Si meechais el pie delante,
Toda esta
seda se ahaja:
P.
No porfie vuestra mercé,
Que a media rienda os terné
Los arfiles de ventaja.
E.
¿Ya cuyo será aquel mote?
P.
¿No quereis?
Pues yo os doy fe si perdeis,
Que me pagareis ell escote
De traerme al estricote.
E.
¿No miráis qué tarde hace?
P.
Para mí no ay nada bueno:
Ni muero con lo que peno,
Ni el plazer me satisfaze.
E.
Dezí, señora Xerez,
Mi dechado,
¿Dexástele en el estrado?
Mi fe, si juzgais belmez
Mate quedais de esta vez
Según os fué de
este trance
callar os fuera mejor:
presumís de jugador
y sois mate al primer lance
P.
Cien mil escusas daré,
y la más cierta
es veros que desconcierta,
cuantos juegos concerté,
y assi está en xaque la fe.
E.
No podeis sallir de
xaque.
P.
Ni lo pido, ni lo quiero:
Pido la muerte, que espero
Que de tal vida me saque.
Pues la pena de huiros
Está cierta,
La razón que es encubierta
Del desseo y mis sospiros,
Ésta me obliga a serviros.
Esta dió
lugar al fuego
Que se emprendió del querer,
Donde se quemó el plazer
[p. 201] Con las pieças deste juego:
Mas vó penado y contento,
Que la fama
De aver sido mate dama,
Y vuestro merescimiento
Quitan la pena que siento.
No se aparta,
mas ufana
Queda, pues de vos se ofresce;
Es tristeza y no entristece,
Dolor sufrido de gana:
Es un bevir congoxoso
Sin congoxa,
Porque la ocasión afloxa
El nudo mas peligroso,
Y assi la pena es reposo.
E.
¿Vos venis en
vuestro seso?
Tornad en vos, ¿dónde estais?
¿No mirais con quien hablais?
P.
Miro que me teneis preso
Con prisiones que soltarme
Es la cadena;
Y estar fuera de esta pena
Péname tanto apartarme,
Que es pena para matarme.
E.
Cuantas pasiones
fengís,
Cuantas congojas mostrais,
Dos tantas leguas estais
Lexos de lo que dezis.
Cuan preso, cuan libertado,
Y tan contento,
Como en vuestro pensamiento
Aveis hecho el requebrado
Cativo y desesperado.
P.
¡O desdichado de
mí!
Amor, ¿para qué me ciegas?
Húyote, pues que me niegas
Lo que padesco por tí.
Huyamos lo que queremos,
Que en la muerte
Con tan desdichada suerte,
Aunque mucho mal passemos,
Ya no sigue tus estremos
[p. 202] E.
Ya no os digo lo que
creo,
Viendo tanto desconcierto,
Que querés passar por muerto
Cuando mas ufano os veo
No es mi muerte mi passión:
Es miraros;
Olvidar de acordaros
Que avis sido la ocasión
De mi fin y perdición.
E.
¡Vistes qué se me
da á mí!
P.
¿Luego no teneis conciencia?
E.
No la tengo aved paciencia.
P.
En mal punto vine aquí.
E.
Dios os lo lleve adelante.
P.
Y él os pida
Cuenta de mi triste vida
Tan estrecha Que os espante,
Porque si lloro que cante.
Si mi penar
os contenta,
Bueno devo estar con vos.
E.
¡Ay! mal me venga de Dios
Si mi cuidado os afruenta.
P.
Tanto, que de mí me alexo.
E.
¡Qué razón!
No finjais ya mi passión;
Pues que no teneis buen dexo
De lo pasado me quexo.
P.
Yo no de lo
porvenir;
Ni lo temo, pues presente
Tanto dolor os consiente
Que es la vida no bevir.
Lo cual de lo c'a pasado
Se despecha,
Y tambien, pues no aprovecha,
Quexar de lo que es quexado,
Estó de mí despechado.
E.
Desclavada fe y
bien floxa
Tiene quien tan presto suelta.
Destorceis a media vuelta;
No es de ley vuestra congoxa.
Quien de verdad se enamora,
Su conorte
[p. 203] No lo rige por su norte;
Su amiga y su señora
Tiene por su guiadora.
Y los servidores buenos
Andan en este compás;
Camino de lo que es más
Van ellos, pues son lo menos.
Requebrado ¿que os parece?
P.
Que es tan alta
Vuestra discreción, que falta
En mi saber y caresce
La respuesta que meresce.
Señora, mi
desatino
De no ver en vos consuelo
De mis passiones y duelo
Me puso en aquel camino;
Mas ya me vuelvo adoraros.
E.
¡Qué descuento!
¿Echais palabras al viento,
Y pensais que desculparos
Basta para perdonaros?
¿Parésceos buen complimiento
De quien desconciertos dize?
P.
Pésame de lo que hize,
Señora, que me arrepiento;
Que os serviré cuanto biva;
Que soy vuestro
Con mayor pena que muestro;
Que es mi fe vuestra cativa
Aunque más muertes reciba.
Como el temor
sin medida
Que en las tormentas del mar
Suelen las gentes passar,
Con el buen tiempo se olvida;
Su cobdicia es tan sobrada
Que les fuerça,
Y el peligro les esfuerça
Porque la afruenta passada
Pone esperança doblada.
Estos la mar
los encierra,
Que es término de sus días.
[p. 204] Votan cien mil romerías,
Y al fin no sallen a tierra
Ni más ni menos he sido;
En la buelta
Hallo ya tanta rebuelta,
Que fuera mejor partido
Dexar perder lo perdido.
Yo soy quien
con más firmeza
Sufro la comparación
A costa del coraçón,
Que es la misma tristeza.
Y otra mayor mal andança
Que podistes
Dar a mis pasiones tristes
Mucha mal aventurança
Negándome la esperança.
E. Ni la
pedís, ni la niego,
Ni os la dó, ni la tomais;
Ni só yo la que buscais,
Aunque os he tenido juego.
Assí que a las penas tristes
Y al engaño,
Y a quien quexa vuestro daño,
Y a cuantas quexas me distes,
Ningún derecho tovistes.
Que si
confessais verdad,
No avrá culpa ni daño,
Ni vos receleis engaño,
Ni la vuestra liberalidad.
A quitar ociosidad
Os entrastes;
Pues passatiempo buscastes,
No finjais necesidad,
Que es tocar en liviandad.
Pero
dexémonos de esto;
¿Vuestra muger está buena?
P.
Cerca debe estar la cena.
E.
Ya salléssedes travieso.
P.
¿ Pues vuestra merced dó estará?
E. Al oratorio.
P.
¡Por vida de Lope Osorio!
E.
De otra cosa os segurá
Que aqueso jurado está.
[p. 205] P.
Segurá cuánto os
querello
De mi penado bevir.
E. Guardá, que van a servir.
P.
Y que sirvan, ¿qué va en ello?
Más me vá en estar do estais.
E. ¿Cómo más?
Lo mejor queda detrás,
Puesto que a mí me sirvais,
Si la merienda olvidais.
P.
¡Por vida de quien se
fuere!
Mas no sé que enbie,
Ni en qué ni de quién me fíe.
E.
El qué de cuanto viniere;
El en qué, do quier que venga;
El con quien...
Quien quiera lo traerá bien
En tal que no se detenga;
El tanto que no se abenga.
P.
Cerezas haré traer,
No olvidando que hay mançanas,
Alvarcoques y avellanas.
Más pedíme a mí muger.
¿Ay más frutas que pidais?
E.
Cornezuelos.
P.
Préndase en essos anzuelos
El marido que esperais,
Pues tal fruta demandais.
Guindas ay,
mas son verdes.
E.
¡Ihesú, que enportuno estais!
Andá, ios; con tal que os vais,
Embiáme lo que quisieredes.
P. Pues lo mejor se me olvida;
Natas hay.
E.
¡Leonorica, corre, vay!
Vellaca; ¿no eres venida?
Dágelas, por vuestra vida.
P.
No sufre mi
pensamiento
Pensar que me despedís,
Ni entiendo lo que dezís,
Ni sé decir lo que siento.
Sé que amagáis con el cuento,
Con color
[p. 206] De llamarme servidor;
Sufro del yerro tormento;
No sé cómo os tome tiento.
Siéntome
desesperar
Porque mandais apartarme,
Con voluntad de matarme
Más que no de merendar.
E.
¿No quereis acabar oy?
¡Que postema!
P.
Señora, bolvime al tema;
Pero ya triste me voy,
Pues tan desdichado soy.
Cabo
Ya me voy de donde quedo:
Vóime sin poder partir:
Con certeza de morir
Tomo el empresa sin miedo,
Llevo la pena sabida
Y voy porque
No me consiente la fé
Otra manera de vida
De ver que assi sois perdida.
[Cancionero de Foulché-Delboso.]