Durmiendo
iva el Señor
En una nave en la
mar;
Sus discípulos con
él,
Que no le osan
recordar.
El agua con la
tormenta
Començose a
levantar;
Las olas cubren la
nave;
Que la quieren
anegar
Los discípulos con
miedo
Comenzaron de
llamar,
Diziendo:—Señor,
Señor,
Quiérasnos presto
salvar.
Y despierto el buen
Jesú,
Començoles de
hablar:
¡O hombres de poca
fe!
¿Que temeis? Quered
pensar
Cuan gran ofensa es
a Dios
De su gran poder
dubdar.
Y levantose
mandando
A los vientos y a
la mar;
Gran espanto puso
entre ellos
Y muy más
maravillar,
Diziendo:—¿Quién
es aqueste
Que el tiempo haze
mudar?
Villancico
Poca
fe haze mudar,
Y al amor
Quien le prueba es
el temor.
Aquesta tormenta
fué
Por mandado divinal
Para en prueva de
la fé;
No fué cosa
natural:
Donde muestra que
quien ama,
En el temor
Ha de aver la fe
mayor.
Pues la barca de
este mar
Por la fe nuestra
se cuenta
Que no se puede
anegar,
Aunque reciba
tormenta;
Como el fuego
enturbia el oro
Su color,
Más después sale
mejor.
[Cancionero General. Ed. Bibliófilos Españoles.]