Romance
Tierra y cielo se quejaban,
El sol triste se escondia,
La mar sañosa bramando
Sus ondas turbias volvía,
Cuando el Redentor del mundo
En la cruz puesto moría.
Palabras dignas de lloro
Son aquestas que decía:
«Yo, Señor, en las tus manos
Encomiendo el alma mía.»
¡Oh mancilla inestimable!
¡Oh dolor sin compañía,
Que el Criador no criado
Criatura se hacía
Por salvar aquellos mismos
De quien muerte recibía!
¡Oh Madre excelente suya,
Sagrada Virgen María!
Vos sola desconsolada,
Estábais sin alegría.
Coplas de Anton vaquerizo de Morana
¡Oh mancilla
inestimable!
En toda la trasmontana
Nunca vi cosa mejor
Que era su esposa de Anton
El vaquero de Morana.
Por
las sierras de Morana
Do supe que
era pasion,
Vi una gentil
serrana
Que me robó el
corazon.
Desque vi su
perficion,
Puse en dubda ser
humana;
Era su esposa de Anton
El vaquero de Morana.
Yo
la vi encima de un cerro
Con su lanza
y su cayado,
Y en la otra
mano un perro,
Careando su
ganado.
Dije: Dios te
salve, hermano,
Pensando que
era varon;
Y
era su esposa de Anton
El vaquero de
Morana.
Vente comigo, mi bien;
Yo te terné
por amiga:
Darte he yo a
comer
Cada dia una
gallina:
Darte he una
gentil cama
Con un rico
pabellon,
Porque no seas de
Anton
El vaquero de
Morana.
[p. 390] LA SERRANA
Caballero,
id vuestra via,
Si quereis ser bien
librado;
Catad que no es
cortesía
Entender en lo
escusado:
Que aunque yo sea
serrana,
Y muy linda en
perfecion,
Esto y más meresce Antón
El vaquero de
Morana.
Bien pensais vos, caballero,
Que aunque yo sea
mujer,
Que al discreto y
lisonjero
No le sabré
responder,
Y aun presumir de
ufana
Y tener mas
presumpción;
Miraré la honra de Anton
El vaquero de Morana
ÉL
No tengais,
señora, vos,
Pensamiento
inhumano,
Que segun os hizo
Dios
No os meresce aquel
villano.
Mas si como sois
galana
Mirásedes la razon,
Olvidariades a Anton
El vaquero de Morana.
Déjele,
señora mia;
Vámonos de aquesta
tierra,
Que es muy
gran descortesía
Que vivais
vos en la sierra.
Vámonos a donde son
Las gentes en
tierra llana;
No querais el vuestro Anton
El vaquero de Morana.
ELLA
En
esta montaña escura
Do la gente bruta
está,
La mujer nunca
procura
Sino aquel que
Dios le da;
Pues es nuestra
condicion
Atan robusta y
villana,
Tal me guardo para Anton
El vaquero de Morana.
ÉL
Este que asi os
paresce
Mucho le deseo ver,
Por solo poder
saber
Quien es el que tal
meresce.
Mas yo creo que
aficion
Es sola la que os
engaña,
Y os hizo querer a Anton
El vaquero de Morana.
ELLA
Verdad
es que aficionada
Estoy, que es cosa
de espanto,
Porque Anton
meresce tanto,
Que yo soy la bien
librada.
Si yo soy tan fea o
galana,
O negra como el
tizon,
Tal me guardo para Anton
El vaquero de Morana.
ÉL
Señora,
mal haga Dios
A tan mal
casamentero,
Que tal dama como a
vos
Fué a casar con un
vaquero.
Ella dijo: así lo
quiero;
Por ende mejor
librada
En ser esposa de Anton
El vaquero de Morana.
ELLA
Idvos,
pues, y acabad
Demanda que tan mal
suena
Pues sabeis que la
bondad
No está en más de
ser buena.
Pues que me ofende
y me daña
Vuestra porfía y
pasion,
Dejad el sí para Anton
El vaquero de Morana.
ÉL
Espántome
de una cosa
Más grave que nunca
ví,
Por ser tan linda y
hermosa
[p. 391] Consentir que esteis aquí,
Porque en tierra tan estraña
Esteis aquí sin razon,
Pongo la culpa yo a Anton
El vaquero de Morana.
ELLA
Tras aquellos dos collados
Andan mas de mil pastores,
Todos muertos, requebrados,
Perdidos por mis amores.
En balde sufren dolores
Toda su esperanza es vana,
Por el bien que quiero a Anton
El vaquero de Morana
Estos que andais por aquí
Lastimados de mi guerra
Más lejos estais de mí
Que está el cielo de la tierra.
Yo me estoy en alta sierra,
Y vosotros por la llana:
Esto es lo que cumple a Anton
El vaquero de Morana.
ÉL
Espérenles malos años
En mal punto, porque os vi,
Pues que con burlas y engaños
Os burlais así de mí.
¡Y qué diablo de serrana!
Vos sois llena de traicion;
Mal pesar haya Anton
El vaquero de Morana.
ELLA
¡Vete dende, mal villano;
No me andas enojando,
Si echo la onda en mi mano
Responderte he yo priado!
No pienses que ando perdida
Por andar en la montaña
En esto sirvo yo a Anton
El vaquero de Morana.
ÉL
Señora, quedaos con Dios,
Pues que no puedo venceros,
Que ya me aparto de vos,
Mas no de mucho quereros.
Pues que veo vuestra gana,
Vuestro fin y conclusion
¡Bienaventurado Anton
El vaquero de Morana!
ELLA
Volved acá, el caballero:
No vos vayades así:
Antes que paseis el cerro
No os acordareis de mí.
Diera un suspiro de gana
Dentro de su corazon:
Esto no va por Anton
El vaquero de Morana.
Esta noche, caballero,
Cenaréis en mi posada;
Daros he yo a cenar
Pan y vino, carne asada;
Daros he un colchon de lana
Con un rico pavellon
Que era de mi esposo Anton
El vaquero de Morana.
Ojos
garzas ha la niña,
¿Quién ge los
namoraria?
Son
tan bellos y tan vivos,
Que a todos tienen
captivos;
Mas muéstralos tan
esquivos
Que roban el
alegría.
Roban
el placer y gloria,
Los sentidos y
memoria;
[p. 392] De todos llevan victoria
Con su gentil
galanía.
Con
su gentil gentileza
Pónense con mas
firmeza;
Hacen vivir en
tristeza
Al que alegre ser
solia.
No
hay ninguno que los vea
Que su captivo no
sea;
Todo el mundo los
desea
Contemplar de noche
y dia.
Tan
buen ganadico
Y más en tal valle,
Placer es
guardalle.
Ganado precioso
De tanto valer,
Meresce tener
El valle vicioso,
Por ser deleitoso
En guarda
tomalle.
Placer es guardalle.
No
siento, señor,
Que el valle
mirase,
Que no desease
De ser el pastor;
Con silbos de amor
Haber de
silvalle.
Placer es guardalle.
Con
muy buen tempero
Entrase sirviente,
A serle obediente
Del valle montero,
Al lobo guerrero
Con yerba
tiralle.
Placer es guardalle.
Pues
vi los vaqueros
Andar muy gozosos,
Con los deseosos
Galanes flecheros
Y tres montaneros
Que salen del
valle.
Placer es guardalle.
Y
muy atrevidos
Por me injuriar,
Me mandan prendar
Los cinco sentidos,
Diciendo perdidos
Sin ellos
dejalle:
Placer es guardalle.
Con
grande rigor
Yo dije servia
Al valle, y ponia
Muy grande valor,
Por ser del señor
Que vieda de
entralle.
Placer es guardalle.
Las
guardas decian:
¿En valle cerrado,
Quién entra en su
grado?
Herbaje pedian.
Monteros venian
Con saña a
prendalle.
Placer es guardalle.
Con
grande pasion
Yo dije a la hora
¡Bendita quien mora
En tal posesion,
Por ser de varon
Que manda miralle!
Placer es guardalle.
Ganado
tan bueno,
Que tanto floresce,
Metello meresce
En prado muy lleno,
Si entrase el ajeno
La prenda quitalle.
Placer es guardalle.
Ganado que
pasce
En tierra fragosa,
En cada bocado
Pasce una rosa.
Raiz ponzoñosa
No puede enojalle.
Placer es guardalle.
[p. 393] Pastor que se encierra
En valle seguro,
De lobo le juro
Que no le dé
guerra.
Ganado de sierra
Y más en tal valle
Placer es guardalle.
De rosas y flores
Que cria el verano
El campo está ufano
Con muchos olores.
Ganado y pastores,
Y más en tal valle
Placer es guardalle.
Vestí mi ganado
De azul y
pardillo,
Porque he
sospechado
Que pasce otro
exido.
Con mal tan
crescido
No pude
silballe.
Placer es
guardalle.
Así que gozoso
Yo dél me
partí.
En la hora que
ví
El valle
precioso,
Por ser muy
hermoso
Dejé de
enojalle.
Placer es
guardalle.
Coplas de Magdalenica
Abrásme,
Magdalenica.
—¡Ay Jesus!
¿quién anda ahí?
—No te
enojes, hermanica,
A tu señora suplica
Un galán se pare
aquí.
—Mi
señá no es levantada,
Mas ¿quién diré
vino aquí?
—No me hagas
mala cara.
Di que el conde de
Almenara
Que la quiere más
que a sí.
—No
la puedo despertar,
Señor conde, así os
lo digo:
Sé que tomará
pesar;
Será hacella enojar
Y dará voces
conmigo.
—Abre,
que traigo tristeza,
Congoja, ansia y
dolor,
Que me ha dado su
esquiveza
Traigo querer y
firmeza
De contino por su
amor.
—Señor,
ios en buen hora
Con vuestra pena y
pasiones:
No podeis entrar
agora;
Que no come mi
señora
De cantares y
pasiones.
[p. 394] —Abre, hermana Magdalena,
No me hagas enojar,
No seas causa de la
pena,
Que tu señora me
ordena
Que haya de
desesperar.
—Vereis
qué negro consuelo
Que os ha dado su
cuidado.
¡Pluguiese a Dios
del cielo
Que os diese tal
desconsuelo,
Que hubiésedes
desperado!
Con
el desamor que tiene,
Dice que en balde
afanais,
Que aunque su penar
os pene,
Que ni le va ni le
viene
Que vivais ni que
murais.
—Abre
con buen corazon
Que le traigo unas
manillas
Hechas de oro y de
aficion,
Y seda para un
robon
Y grana para
faldillas.
Y
traigo a Alonso, joyero
Que vive a la
bolsería,
Con tocas y un
almizclero,
Y un lindo espejo
de acero
Y almaizares de
Almeria.
—¿Y
a mí, señor, qué daréis
Que os abra de
buena gana?
—Magdalena,
ya sabeis
Todo cuanto vos
quereis,
Como quien lo da a
una hermana.
—Entre
vuestra señoría,
Entre con fe no
dubdosa;
Mi señora es tan
piadosa,
Que vuestra pena
penosa
La volverá en
alegría.
—Muchas
gracias, Magdalena,
Por tu buena
voluntad;
Yo te daré buena
estrena:
Pues consolaste mi
pena,
Pagártelo he yo en
verdad.
Toma
esa cadenica,
Hermana mia, por tu
fe;
Y perdóname,
hermanica,
Que en otra cosa
más rica
Te doy fe te
pagaré.
No te tardes, que me muero,
Carcelero;
No te tardes, que me muero.
Apresura tu venida,
Porque no pierda la vida,
Que la fe no está perdida.
Carcelero,
No te tardes, que me muero.
Bien sabes que la tardanza
Trae gran desconfianza,
Ven y cumple mi esperanza.
Carcelero,
No te tardes, que me muero.
Sácame desta cadena
Que recibo muy gran pena:
Tu tardanza me condena.
Carcelero,
No te tardes, que me muero.
En el punto que me viste,
Sin te vencer me venciste;
Suéltame, pues me prendiste.
Carcelero,
No te tardes, que me muero.
La llave para soltarme
Ha de ser galardonarme,
Proponiendo no olvidarme.
Carcelero,
No te tardes, que me muero.
Y siempre cuanto viviere
Haré lo que tu quisieres,
Si merced hacerme quieres.
Carcelero,
No te tardes, que me muero.
Pásesme,
por Dios, barquero
De aquesa parte del rio;
Duélete del dolor mio.
Barquero, que hayas
ventura
Y de mal te guarde
Dios;
Pasa, y pasemos los
dos
Estas aguas de
amargura.
Así Dios te dé
holgura
Que pongas tu
poderio.
Duélete del dolor mio.
¡O
barquero! si supieses
La mi fatiga
tamaña,
No dubdo que no
pusieses
Toda tu fuerza y
tu maña;
Pues que soy de
tierra extraña,
Pongas todo tu
albedrio.
Duélete del dolor mio.
No
te quieras ya tardar
Ni me pongas en
rodeos,
Cumple presto mis
deseos,
No me dejes más
penar.
Echaremos a remar,
No te metas en
desvio.
Duélete del dolor mio.
EL BARQUERO
A ti, hombre
lastimado,
Que dices ser
extranjero;
Yo soy el triste
barquero
Que vivo
desconsolado;
De tu pena estoy
penado,
Riberas de aqueste
rio.
Tu
dolor muy propio es mio.
Mas
por descansar contigo
Yo quiero tu
compañia,
[p. 396] Y si tu quieres la mia,
Yo te quiero por
amigo,
Si quieres estar
conmigo
Riberas de aqueste
rio.
Tu dolor muy propio
es mio.
Aguarda que paso
allá,
No te desmayes ni
penes,
Que si gran congoja
tienes
Mayor la tengo yo
acá;
Vente, que la barca
va.
Entra, dime tu
albedrio.
Tu dolor muy propio es mio.
Si vienes apasionado,
Mayor pasion es la
mia;
Si no traes
alegría,
Mucho há que me ha
dejado;
Aquí estoy
desesperado
Riberas de aqueste
rio.
Tu dolor muy propio es mio.
¿Cuál
amor te ha así herido?
Dí, desdichado
amador,
Que de tu mismo
dolor
Estoy yo tan
afligido.
Más penado y más
perdido,
Pasando dolor y
frio,
Estoy riberas del
rio.
Mas
por descansar contigo
Tomaré tu compañia,
Porque si quieres
la mia,
Podrásme hacer
testigo
De aquesta
vida que sigo
Riberas de
aqueste rio.
Tu
dolor muy propio es mio.
Daca, dame ya la mano,
Amigo, de
buena gana;
Ten la
voluntad muy sana,
Pues mi
corazon es sano,
Y podrá ser
que el verano
Riberas de
aqueste rio.
Mudarémos
albedrio.
EL LLAMADOR
Dios te salve, compañero,
Buen amigo,
más que hermano:
Yo me hallo
muy ufano
De verte tan
lastimero;
Pues me
quieres, que te quiero,
Con esta tema
porfio,
Pues tu dolor
es el mio.
No mudemos el querer
De aquellas
por quien penamos,
O vivamos o
muramos;
Hazme, amigo,
este placer,
Que es de
mucho merescer
Mi señor,
amigo mio.
Duélete del dolor
mio.
Romerico,
tú que vienes
Donde mi señora está,
Las nuevas della me da.
Dame
nuevas de mi vida,
¡Así Dios te dé
placer!
Si tu me quieres
hacer
Alegre con tu
venida,
Que después de tu
partida
De mal en peor me
va.
Las nuevas della me da.
Bien
muestras en el hablar
Ser ageno de
placeres,
Mas si yo no sé
quién eres,
¿Qué nuevas te
puedo dar?
Quien nunca te oyó
nombrar
¿Cómo te conocerá?
Las nuevas della me da,
¡Ay de
mi! triste, perdido,
Más que todos
desdichado,
Que en el tiempo ya
pasado
Solia ser conocido.
[p. 397] Mas agora con olvido
La memoria muerta
está.
Las nuevas della me da.
Aunque
mis nuevas te den,
Pensamiento, tú
descansa,
Y los sospiros
amansa,
Y las lágrimas
deten.
Dime tu mal y tu
bien,
Que ya te conozco,
ya.
Las nuevas della me da,
Bien
sabes que me partí
Huyendo del mal que
quejo,
Y mientras yo
más me alejo,
Muy más cerca está
de mí;
La esperanza que
perdí
Ya nunca se
cobrará.
Las nuevas della me da.
Yo
bien se que te partiste
Con mucha
desconfianza,
Y tu
bienaventuranza
Vino y no lo
conociste.
¡Mas esfuerza,
esfuerza, triste!
Que tu fama viva
está.
Las nuevas della me da.