Buscar: en esta colección | en esta obra
Obras completas de Menéndez... > ANTOLOGÍA DE LOS POETAS... > IV : PARTE PRIMERA : LA... > PRECEPTIVA MEDIEVAL > MARQUÉS DE SANTILLANA

Datos del fragmento

Texto

COMIENZA EL PHOEMIO E CARTA QUEL MARQUÉS DE SANTILLANA ENVIÓ AL CONDESTABLE DE PORTUGAL CON LAS OBRAS SUYAS

Al illustre Señor don Pedro, muy manífico Condestable de Portugal, el Marqués de Santillana, Conde del Real etc. salut, paz e devida recomendazion.

I. En estos dias passados Álvar Gonzalez de Alcántara, familiar, e servidor de la casa del señor Infante don Pedro, muy ínclito duque de Coimbra, vuestro padre, de parte vuestra, Señor, me rogó que los dezires e canciones mias enviasse a la vuestra manifizenzia. En verdat, Señor, en otros fechos de mayor importancia, aunque a mí mas trabajosos, quisiera yo complazer a la vuestra nobleza, porque estas obras; o a lo menos las más dellas, non son de tales materias, nin así formadas e artiçadas que de memorable registro dinas parescan. Porque, Señor, así como el Apostol dice: cum essem parvulus, cogitabam ut parvulus, loquebar ut parvulus. Ca estas tales cosas alegres e jocosas andan e concurren con el tiempo de la nueva edat de juventut, es a saber: con el vestir, con el justar, con el dançar e con otros tales cortesanos exercicios. E así Señor, muchas cosas plazen agora a vos que ya non plazen e non deben plazer a mí. Pero, muy virtuoso Señor, protestando que la voluntat mia sea o fuesse non otra de la que digo, porque la vuestra sin impedimento aya lugar, e vuestro mandato se faga, de unas e de otras partes e por los libros e cancioneros agenos fice buscar e escrivir por órden, segunt que las yo fice, las que en este pequeño volúmen vos envio.

[p. 21] II. Mas como quiera que de tanta insuficiencia estas obretas mias que vos, Señor, demandades, sean, o por ventura mas de cuanto las yo estimo e reputo, vos quiero certificar me place mucho que todas cosas que entren o anden so esta regla de poetal canto, vos plegan, de lo cual me facen cierto así vuestras graciosas demandas, como algunas gentiles cosas de tales que yo he visto compuestas de la vuestra prudencia; cómo es cierto este sea un celo celeste, una affection divina, un insaciable cibo del ánimo; el cual, así como la materia busca la forma e lo imperffeto la perffection, nunca esta sciencia de poesía e gaya sciencia se fallaron si non en los ánimos gentiles e elevados espiritus.

III. E ¿qué cosa es la poesía (que en nuestro vulgar gaya sciencia llamamos), si non un fingimiento de cosas útiles, cubiertas o veladas con muy fermosa cobertura, compuestas, distinguidas e scandidas por cierto cuento, pesso e medida? E ciertamente, muy virtuoso Señor, yerran aquellos que penssar quieren o decir que solamente las tales cosas consistan o tiendan a cosas vanas e lascivas; que bien como los fructiferos huertos abundan e dan convinientes fructos para todos los tiempos del año, así los omes bien nascidos e dottos, a quien estas sciencias de arriba son infusas, usan d'aquellas e del tal exercicio segunt las edades. E si por ventura las sciencias son desseables, así como Tullio quiere, ¿cual de todas es mas prestante, mas noble o mas dina del hombre o cual mas estensa a todas especies de humanidad? Ca las escuridades e cerramientos dellas ¿quién las abre, quién las esclaresce, quién las demuestra e face patentes si non la elocuencia dulce e fermosa fabla, sea metro o prosa?...

IV. Cuanta mas sea la escellencia e prerrogativa de los rimos e metro que de la soluta prosa, si non solamente a aquellos que de las porfias injustas se cuidan adquirir soberbios honores, manifiesta cosa es. E así faciendo la via de los stóicos, los cuales con grand diligencia inquirieron el orígine e cabsas de las cosas, me esfuerço a decir el metro ser antes en tiempo e de mayor perfection e de mas abtoridat que la soluta prosa. Isidoro Cartaginés, sancto arçobispo Ispalensi, así lo aprueba e testifica; e quiere quel primero que fiço rimos o cantó en metro aya seido Moisen, ca en metro cantó e prophetiçó la venida del Mexías; e después del Josué, en loor del vencimiento de Gabaon. David [p. 22] cantó en metro la vitoria de los philisteos e la restituicion del archa del Testamento, e todos los cinco libros del Psalterio. E aun por tanto los hebráicos osan afirmar que nosotros non así bien como ellos, podemos sentir el gusto de la su dulceza. E Salomon metrificados fiço los sus «Proverbios» e ciertas cosas de Job escriptas son en rimo, en especial las palabras de conorte que sus amigos les respondían a las sus vexaciones.

V. De los griegos quieren sean los primeros Achatesio Millesio, e aprés del Pherécides Siro e Homero, non obstante que Dante soberano poeta lo llama. De los latinos, Enio fué el primero ya sea que Virgilio quieran que, de la lengua latina aya tenido e tenga la monarchía; e aun así place a Dante allí donde dice en nombre de Sordello Mantuano


       ¡O gloria del latin solo per cui
       Mostro chio che potea la lingua nostra!
       ¡O precio eterno del loco ove io fui!
       

E asi concluyo, ca esta sciencia poetal es acepta principalmente a Dios, e despues a todo linage e especie de gentes. Afirmalo Cassiodoro en el libro de «Varias causas», diciendo: «Todo resplandor de elocuencia e todo modo e manera de poesía o poetal locucion e fabla, toda variedat ova e ovieron comenzamiento de las divinas Escripturas. Esta en los deíficos templos se canta, e en las córtes e palacios imperiales e reales graciosamente es rescebida. Las plaças, las lonjas, las fiestas, los convites opulentos sin ella así como sordos e en silencio se fallan.»

VI. ¿E qué son o cuáles aquellas cosas a donde, oso decir, esta arte así como nescesaria non intervenga e non sirva? En metro las epithalamias que son cantares, que en loor de los novios en las bodas se cantan, son compuestos. E de unos en otros grados aun a los pastores en cierta manera sirven; e son aquellos dictados, a que los poetas bucóllicos llamaron.

En otros tiempos a las cenicas e defunciones de los muertos metros elegiacos se cantavan: e aun agora en algunas partes dura, los cuales son llamados endechas. En esta forma Jeremías cantó la destruicion de Hierusalem, Gayo Cesar, Octavio Augusto, Tiberio e Tito, Emperadores, maravillosamente metrificaron, e les plogo toda manera de metro.

[p. 23] VII. Mas dexemos ya las estorias antiguas, para allegarnos mas cerca de nuestros tiempos. El Rey Roberto de Nápol, claro e virtuoso principe, tanto esta sciencia le plogo, que como en esta mesma saçon micer Francisco Petrarcha, poeta laureado, floresciesse, es cierto grand tiempo lo tovo consigo en el Castil-Novo, de Nápol, con quien él muy a menudo conferia e platicaba destas artes; en tal manera, que mucho fué avido por acepto a él e grand privado suyo. E alli se dice aver él fecho muchas de las sus obras, así latinas como vulgares; e entre las otras el libro de Rerum memorandarum, e las sus églogas, e muchos sonetos, en especial aquel que fiço a la muerte deste mesmo rey que comiença


       Rota el alta colupna e el verde lauro...
       

VIII. Johan Bocacio, poeta excellente e orador insine, afirma el rey Johan de Chipre averse dado más a los estudios desta graciosa sciencia que a ningunas otras, e assí paresce que lo amuestra en la entrada prohemial de su libro de la Genealogía, o linage de los Dioses Gentiles, fablando con el Señor de Parma, mensajero o embaxador suyo.

IX. Cómo, pues o por cuál manera, Señor muy virtuoso, estas sciencias ayan primeramente venido en manos de los romancistas o vulgares, creo sería dificil inquisicion e una trabajosa pesquisa. Pero dexadas agora las regiones tierras e comarcas mas longicas e mas separadas de nos, non es de dubdar que universalmente en todas de siempre estas sciencias se ayan acostumbrado e acostumbran; e aun en muchas dellas en estos tres grados, es a saber: Sublime, Mediocre, Infimo. Sublime se podría decir por aquellos que las sus obras escrivieron en lengua griega o latina, digo metrificando. Mediocre usaron aquellos que en vulgar escrivieron, así como Guydo Januncello, bolonés, e Arnaldo Daniel, proençal. E como quier que destos yo non he visto obra alguna; pero quieren algunos haber ellos seido los primeros que escrivieron tercio rimo e sonetos en romance. E así como dice el philósofo, de los primeros, primera es la especulacion. Infimos son aquellos que sin ningun orden, regla nin cuento facen estos romances e cantares, de que las gentes de baxa e servil condicion se alegran. Despues de Guydo e Arnaldo Daniel, Dante escrivió en tercio rimo elegantemente las sus tres comedias «Ifierno, [p. 24] Purgatorio, Paraíso;» Micer Francisco Petrarcha sus «Triunphos»; Checo Dascoli el libro De proprietatibus rerum; Johan Bocacio el libro que «Ninfal» se intitula, aunque ayuntó a él prosas de grande elocuencia a la manera del «Boecio consolatorio.» Estos e muchos otros escrivieron en otra forma de metros en lengua itálica, que sonetos e canciones se llaman.

X. Extendiéronse creo d'aquellas tierras e comarcas de los lemosines estas artes a los gállicos e a esta postrimera e occidental parte, que es la nuestra España, donde assaz prudente e fermosamente se han usado. Los gállicos e franceses escrivieron en diversas maneras rimos e versos, que en el cuento de los piés e bordones discrepan; pero el pesso e cuento de las sillabas del tercio rimo, e de los sonetos e de las canciones morales, eguales son de las baladas; aunque en algunas, así de las unas como de las otras, hay algunos piés truncados que nosotros llamamos medios piés, e los lemosis, franceses e aun catalanes, bioqs.

XI. De entre estos ovo omes muy doctos e señalados en estas artes, ca Maestro Johan Lorris fiço el Roman de la Rosa, donde, como ellos dicen, el arte de amor es toda enclosa: e acabólo Maestre Johan Copinete, natural de la villa de Meun. Michaute escrivió asimesmo un grand libro de baladas, canciones, rondeles, lays, virolays, e asonó muchos dellos. Micer Otho de Grandson, cavallero estrenuo e muy virtuoso se ovo alta e dulcemente en esta arte. Maestre Alen Charrotier, muy claro poeta moderno, e secretario deste rey Don Luis de Francia, en grand elegancia compuso e cantó en metro, e escrivió el Debate de las cuatro damas; la Bella dama Sanmersi; el Revelle matin, la Grand pastora; el Breviario de nobles, e el Hospital de amores: por cierto cosas assaz fermosas e placientes de oir.

XII. Los itálicos prefiero yo, so enmienda de quien más sabrá, e los franceses solamente. Ca las sus obras se muestran de más altos ingenios, e adórnanlas e compónenlas de fermosas e pelegrinas estorias: e a los franceses de los itálicos en el guardar del arte: de lo cual los itálicos sinon solamente en el pesso o consonar, non se facen mencion alguna. Ponen sones asimesmo a las sus obras e cántanlas por dulces e diversas maneras: e tanto han familiar acepta e por manos la música, que paresce que entre ellos ayan nascido aquellos grandes philósophos, Orpheo Pitágoras, [p. 25] e Empedocles los quales, así como algunos descriven, non solamente las iras de los omes, más aun a las furias infernales con las sonorosas melodías e dulces modulaciones de los sus cantos aplacavan. ¿E quien dubda que así como las verdes fojas en el tiempo de la primavera guarnecen e acompañan los desnudos árboles, las dulces voces e fermosos sones non apuesten e acompañen todo rimo, todo metro, todo verso, sea de cualquier arte, pesso e medida?

XIII. Los catalanes, valencianos e aun algunos del reino de Aragón fueron e son grandes officiales desta arte. Escrivieron primeramente en trovas rimadas, que son pies o bordones largos de sillabas, e algunos consonaban e otros non. Despues desto usaron el decir en coplas de diez sillabas, a la manera de los lemosis. Ovo entre ellos de señalados omes, así en las invenciones como en el metrificar. Guillen de Berguedá, generoso e noble cavallero, e Pao de Benbibre adquirieron entre estos grand fama. Mossen Pero March el viejo, valiente e honorable cavallero, fiço assaz gentiles cosas e entre las otras escrivió proverbios de grand moralidat. En estos nuestros tiempos floresció Mossen Jordé de Sanct Jordé, cavallero prudente, el cual ciertamente compuso assaz fermosas cosas, las quales él mesmo asonava: ca fue músico excellente e fiço, entre otras, una cancion de oppósitos que comiença:


       Tosions aprench e desaprench ensems.
       

Fiço la Passion de Amor, en la cual copiló muchas buenas canciones antiguas, así destos que ya dixe como de otros. Mossen Febrer fiço obras notables e algunos afirman aya traido el Dante de lengua florentina en catalan, non menguando punto en la orden del metrificar e consonar.

Mossen Ausias March, el cual aun vive, es grand trovador, e ome de assaz elevado espiritu.

XIV. Entre nosotros usóse primeramente el metro en assaz formas; así como El libro de Alixandre, Los votos del Pavon, e aun el libro del Archipreste de Hita. Aun desta guissa escrivió Pero Lopez de Ayala el Viejo, un libro que fiço de las Maneras del Palacio e llamaronlo Rimos. E despues fallaron esta arte que mayor se llama, e el arte común, creo, en los reinos de [p. 26] Gallicia e Portugal, donde non es de dubdar que el exercicio destas sciencias más que en ningunas otras regiones e provincias de España se acostumbró, en tanto grado, que non há mucho tiempo qualesquier decidores e trovadores destas partes, agora fuessen castellanos, andaluces o de la Extremadura, todas sus obras componian en lengua gallega o portuguesa. E aun destos es cierto rescevimos los nombres del arte así como maestría mayor e menor, encadenados, lexapren e mansobre.

XV. Acuérdome, Señor muy manífico, seyendo ya en edat non provecta, mas assaz pequeño moço en poder de mi abuela Doña Mencia de Cisneros, entre otros libros aver visto un grand volumen de cantigas serranas, e decires portugueses e gallegos, de los cuales la mayor parte eran del rey don Donis de Portugal (creo, Señor, fue vuestro bisabuelo); cuyas obras aquellos que las leian, loaban de invenciones sotiles, e de graciosas e dulces palabras. Avia otras de Johan Xoarez de Paiva, el cual se dice aver muerto en Galicia por amores de una Infante de Portugal: e de otro Fernant Gonzalez de Sanabria. Despues destos vinieron Basco Perez de Camoes e Ferrant Casquicio, e aquel grand enamorado Macias del cual non se fallen sinon cuatro canciones; pero ciertamente amorosas et de muy fermosas sentencias, conviene a saber:


       I. Cativo de miña tristura:
       II. Amor cruel e brioso:
       III. Señora, en quien fiança:
       IV. Provey de buscar messura.
       

XVI. En este reino de Castilla dixo bien el Rey D. Alfonso el Sabio, e yo vi quien vio decires suyos, e aun se dice metrificava altamente en lengua latina. Vinieron después destos don Johan de la Cerda e Pero Gonçalez de Mendoça mi abuelo: fiço buenas canciones e entre otras


       Pero te sirvo sin arte:
       

e otra a las monjas de la Çaydia quando el rey don Pedro tenía el sitio contra Valencia; comiença:


       A las riberas de un rio.
       

Usó una manera de decir cantares, así como scénicos Plauto e Terencio, también en estrambotes como en serranas. Concurrió [p. 27] en estos tiempos un judio que se llamó Rabí Santo: escrivió muy buenas cosas, e entre las otras, Proverbios morales, en verdat de assaz commendables sentencias. Púselo en cuento de tan nobles gentes por gran trovador: que así como él dice en uno de sus Proverbios:


       Non vale el açor menos
          Por nascer en vil nío,
       Nin los exemplos buenos
          Por los decir judío.
       

Alfonso Gonçález de Castro, natural desta villa de Guadalfaxara, dixo assaz bien e fiço estas canciones:


       I. Con tan alto poderío:
       II. Vedes que descortesía.
       

XVII. Después destos, en tiempo del rey Don Johan, fue el Arcediano de Toro: este fiço:


       Crueldat et trocamento.
       

e otra cancion que dice:


       De quien cuido e cuidé,
       

e otra que dice:


       A Deus, amor, a Deus, el rey.
       

E fue tambien Garci Fernandez de Jerena. Desde el tiempo del rey D. Enrique, de gloriosa memoria, padre del rey, nuestro señor, e fasta estos nuestros tiempos, se començó a elevar más esta sciencia e con mayor elegancia: e ha avido omes muy dotos en esta arte, e principalmente Alfonso Alvarez de Iliescas, grand decidor; del cual se podría decir aquello que en loor de Ovidio un grand estoriador escribe; conviene a saber, que todos sus motes e palabras eran metro. Fiço tantas canciones e decires que seria bien luengo e difuso nuestro proceso, si por extenso, aun solamente los principios dellas, a recontar se oviessen. E así por esto como por ser tanto conoscidas e esparcidas a todas partes las sus obras, passaremos a Micer Francisco Imperial, al cual yo non llamaria decidor o trovador, [p. 28] mas poeta; como sea cierto que si alguno en estas partes del Occaso meresció premio de aquella triumphal e láurea guirlanda, loando a todos los otros, este fué. Fiço al nascimiento del rey, nuestro señor, aquel decir famoso:


       En dos setecientos e mas dos e tres,
       

e muy muchas otras cosas graciosas e loables.

XVII. Fernand Sanches Talavera, comendador de la orden de Calatrava, compuso assaz buenos decires. D. Pero Velez de Guevara, mi tio, gracioso e noble cavallero, así mesmo escrivió gentiles decires e canciones, entre otros aquel que dice:


       Julio Cesar, el afortunado.
       

Fernand Perez de Guzman, mi tio, cavallero doto en toda buena dotrina, ha compuesto muchas cosas metrificadas, e entre las otras aquel epitaphio de la sepoltura de mi señor el Almirante, D. Diego Furtado, que comiença:


       Onbre que vienes aquí de pressente.
       

Fiço muchos otros decires e cantigas de amores, e aun agora bien poco tiempo há escrivió proverbios de grandes sentencias, e otra obra assaz util e bien compuesta de las Cuatro Virtudes Cardinales.

XIX. Al muy magnifico Duque Don Fadrique, mi senor e mi hermano, plogo mucho esta sciencia e fiço assaz gentiles canciones e decires: e tenia en su casa grandes trovadores, especialmente a Fernand Rodriguez Portocarrero, e Johan de Gayoso e Alfonso Gayoso de Moranna. Ferrand Manuel de Lando, honorable cavallero, escribió muchas buenas cosas de poesía, imitó más que ninguno otro a Micer Francisco Imperial: fiço de buenas canciones en loor de nuestra Señora: fiço asimesmo algunas invectivas contra Alonso Alvarez de diversas materias e bien ordenadas.

XX. Los que después dellos en estos nuestros tiempos han escripto, o escriven, cesso de los nombrar, porque de todos me tengo por dicho que vos, muy noble Señor, tengades noticia e conoscimiento. E non vos maravilledes, Señor, si en este prohemio aya tan extensa e largamente enarrado estos tanto antiguos [p. 29] e despues nuestros auctores, e algunos decires e canciones dellos, como paresca aver procedido de una manera de ociosidat: lo cual de todo punto deniegan non menos la edat mia que la turbacion de los tiempos. Pero es assí que como a la nueva edat me ploguiessen, fallelos agora, cuando me paresció ser necessarios. Ca asy como Oracio, poeta, dice:


       «Quem nova concepit alla servabit odorem».
       

XXI. Pero de todos estos, muy manífico Señor, así itálicos como proençales, lemosis, catalanes, castellanos, portugueses, e gallegos, o aun de cualesquier otras nasciones, se adelantaron e antepusieron los gallicos cesalpinos e de la provincia de Equitania en el solepniçar e dar honor a estas artes. La forma e manera cómo, dexo agora de recontar, por cuanto ya en el prólogo de los mios Proverbios se ha mencionado. Por las quales cosas, e aun por otras muchas, que por mi, e más por quien más sopiese, se podrían ampliar e decir, podrá sentir e conoscer la vuestra manificencia en cuanta reputacion, estima e comendacion estas sciencias averse deven: e cuanto vos, Señor virtuoso, devedes estimar que aquellas dueñas que en torno de la fuente de Elicon incessantemente dançan, en tan nueva edat non inméritamente a la su compañia vos ayan rescebido.

Por tanto, Señor, cuanto yo puedo exhorto e amonesto a la vuestra manificencia que, así en la inquisicion de los fermosos poemas como en la polida orden e regla d'aquellos, en tanto que Cloto filare la estambre; vuestro muy elevado sentido e pluma non cessen, por tal que cuando Atropos cortare la tela, non menos délphicos que marciales honores e glorias obiengades.


       [Ed. J. Amador de los Ríos. Madrid, 1852]
       

Notas