Descripción de la tienda de Alexandre
(Fragmento del « Libro de Alexandre » .—Siglo XIII)
Larga era la tienda, redonda e bien tajada,
A dos mill cavalleros darie larga posada:
Apelles el maestro la ovo debuxada,
Non faria otro omne obra tan esmerada.
El panno de la tienda era rico sobejo,
Era de seda fina, de un xamet vermejo,
Como era tecido igualmente parejo,
Cuando el sol rayava luzia como espejo.
El cendal era bono sotil mientre obrado,
De pedaços menudos en torno compassado:
Como era bien presso e bien enderçado,
Nol devisaria omne do era ayuntado.
Cargo lo el maesstro de somo a fondon
De piedras de precio, todas bien a razon,
Non fallecie nenguna de las que ricas son,
Toda la mas sotil era de grant mission.
Tenie enna cabeça tres maçanas de bon oro,
Cual sequier de todas valia grant thesoro,
Nunca tan ricas vio judio nen moro,
Si en el mundo fussen saberlas ia Poro.
Non querria el tiempo ennas cordas perder,
Ca avrie grant rato en ellas a poner:
Eran de seda fina, podrian mucho valer,
Las laçadas doro do ivan a prender.
Las estacas cabdales que las cuerdas tiravan,
Toda la otra obra essas lo adobavan
Las unas a las otras ren non semeiavan,
Como omnes espessos tan espessas estavan.
[p. 90] Mas de la otra orden que tiran las ventanas,
De todas las mejores semejavan ermanas:
De oro eran todas, de obra muy loçanas,
Tenien en su mano sennas ricas maçanas.
Querria a la obra de la tienda entrar,
En estas manezuelas non querria tardar,
Avriemos hi un rato assaz que deportar,
Ir se nos ie domientre guisando de yantar.
Bien parecie la tienda cuando era alçada,
Suso era redonda, enderredor cuadrada,
De somo fasta fondo era bien estoriada,
Cual cosa conteció a omne, cual temporada.
Era enna corona el cielo deboxado,
Todo de creaturas angelicas poblado;
Mas el lugar do fura Lucifer derribado,
Todo está yermo, pobre e dessonrrado.
Criava Dios al omne pora enchir es lugar,
El malo con enbidia ovogelo a furtar,
Por el furto los angelos ovieron grant pesar,
Fu julgado el omne pora morir e lazdrar.
Cerca estas estorias, e cerca un rancon
Alcavan los gigantes torre a grant mission;
Mas metió Dios en ellos tan grant confusion,
Per que avien a hir todos a perdicion.
Las ondas del deluvio tanto querien sovir,
Per somo de Tiburio fascas querien salir:
Noe bevie el vino, no lo podie sofrir,
Azie desordenado, querialo encobrir.
El un de los fastiales luego enna entrada
La natura del año sedie toda pintada:
Los meses con sos dias, con su luna contada,
Cada uno cual fazienda avie acomendada.
Estava don Janero a todas partes catando,
Cercado de cenisa, sus cepos acarreando,
Tenie gruessas gallinas, estáva las assando,
Estava de la percha longaniças tirando.
Estava don Fevrero sos manos calentando,
Oras fazie sol, oras sarraceando:
Verano e invierno ivalos desstremando,
Porque era mas chicuo seiesse querellando.
Marcio avie grant priessa de sus vinnas lavrar,
Priessa con podadores, e priessa de cavar:
Los dias e las noches fazie los iguar,
Faze aves e bestias en celo entrar.
Abril secava huestes pora ir guerrear.
Caavie alcaceres grandes ya pora segar;
[p. 91] Fazie meter las vinnas pora vino levar,
Crecer miesses e yervas, los dias alongar.
Sedie el mes de Mayo coronado de flores,
Afeitando los campos de diverssas colores,
Organeando las mayas, e cantando damores,
Esspigando las miesses que sembran lavradores.
Madurava don Junio las miesses e los prados,
Tenie redor de si muchos ordios segados,
De ceressas maduras los ceressos cargados,
Eran a mayor siessto los dias allegados.
Seia el mes de Julio cogendo segadores,
Corrien le per la cara apriessa los sudores,
Segudavan las bestias los moscardos mordedores,
Fazie tornar los vinos de amargos sabores.
Trillava don Agosto las miesses por las serras [1]
Aventava las parvas, alçava las ceveras,
Iva de los agrazes faziendo uvas veras:
Esston fazia outunno sus ordenes primeras.
Setembrio trae varass, sacude las nogueras,
Apretava las cubas, podava las vimbreras,
Vendimiava las vinnas con fuertes podaderas;
Non dexava los passaros llegar á las figueras.
Estaba don Ochubrio sus missiegos faziendo,
Iva como de nuevo sus cosas requiriendo,
Iva pora sembrar el invierno veniendo,
Enssayando los vinos que azen ya ferviendo.
Novenbrio secudia a los puercos las landes,
Caera dun roure, levavanlo en andes,
Compiezan al crisuelo velar los aveçantes,
Ca son las noches luengas, los dias non tan grandes.
Matava los puercos Dezembrio por mañana,
Almorzavan los fegados por amatar la gana,
Tenie niebla escura siempre per la mañana,
Ca es en ess tiempo ela muy cotiana.
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[Ed. A. S. Villis. Princentón, 1934.]