Esta cantiga fiso e ordenó el dicho Maestro Fray Diego denostando e afeando a toda la tierra de Leon
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[1]
Todos
tus donseles
Andan a la guissa,
Chapines de Fríssa
Capas de riossa.
Avarcas
gritadas,
Çapatos de grama,
Jayascas pintadas,
Crodrias de grama;
As en esta fama
Provada por plaça,
Que andas descalça
Por ser desdeñosa.
Leche
e manteca
Es el tu govierno,
Carne de sal seca,
Nabos en ivierno,
Mucho frio tierno,
Poco pan e duro:
De vine maduro
Heres deseosa.
Muchas
veces toma
Tus criados fame;
Nunca disen: Toma,
Siempre disen:
Dame.
Non sé quien non
clame
Contra tal
costumbre,
E es grant
servidumbre
Tomar toda cossa.
Fructas
montessinas
As por avantajas,
Pomas e endrinas,
Silvas e mostajas;
Muy pocas naranjas
E menos limones:
De muchos jamones
Eres abondossa.
De
los maleficios
Eres grant abrigo,
Robos e bolicios
Muy poco castigo:
Con verdat te digo
Capa de ladrones;
Por tales rasones
Eres peligrossa.
El
bien que en ti veo,
Crias nobles dueñas
[p. 190] De gentil asseo,
De grandes
vergueñas,
Moçuelas rissueñas
Debuenos parientes,
Lindas,
parescientes,
Frescas como rosa.
Muchas
moras crias
Con tus avellotas,
Que todos sus días
Son a Dios devotas,
A bago de rotas
Muy mal las
castigas,
Maguer son amigas
De la
gloriossa.
Mugeres
casadas
Muy
caritativas,
Otras amigadas
En bondades bivas,
Todas muy
esquivas
De faser fornicio:
Es todo vicio
Obra piadossa.
Nobles
escuderos
E crudos villanos,
Con pocos dineros
Tallentes muy
llanos,
Abren amas manos
A toda noblesa:
Es la grant vilesa
D'ellos enojosa.
De
fuegos e leña
Eres abondante,
Aires de la peña
As a tu talante:
Rica e bien andante
De muchos venados,
En sotos e prados
Mucho deleitosa.
En
lino e estopa
Son tus aventuras,
Tienes poca ropa
E las camas duras;
De todas naturas
Crias aves muchas:
Perdises e truchas
Te fasen viciosa.
Quesos
asaderos,
Peros a las vezes,
Cabritos grosseros,
Muchos e rahezes,
Castañas e nueses
As muchas sin
tiento:
En esto consiento
Que seas golosa.
Tienes
frias fuentes
E rios diversos,
Pontones e puentes
Para passar essos:
Molinos espessos
De moler civera,
Montes e ribera
De fas erguiossa.
Compaña
partida
De toda nobleza,
Ha en tí guarida
Por naturalesa:
So mala corteza
Crias mucho brugo,
Nunca buen verdugo
De caña nudosa.
En
las tus cocinas
A pocos adobos;
Mas comes cecinas
Que ovejas e lobos:
En fuercas e robos
Mucho bien avienes,
Lassa, peresosa.
En
suma del todo
Te digo, montaña,
A muy grave modo
Toda tu compaña,
Por pequeña saña
Fases muy grant
yerro.
Con la llave cierro
Esta dicha
prossa.
Este dezir fiso e dicho ordenó el Maestro Fr. Diego por amor e loores de una donsella que era muy fermosa e muy resplandeciente, de la cual era muy enamorado.
En un vergel deleitoso
Fuy entrar por mi ventura,
Do fallé toda dulçura
E plaser muy sabroso:
La entrada fué escura,
Obrado fué por natura
De morar muy peligroso.
En muy espesa montaña
Este vergel fue plantado,
De todas partes cercado,
De ribera muy estraña.
Al que una vez se baña
En su fuente perenal,
Segun curso natural,
La dulçura lo engaña.
Pumas e muchas milgranas
Lo cercan de toda parte,
Non sé omme que se farte
De las sus frutas tenpranas;
Mas, amigos, non son sanas
Para quien de ellas mucho usa,
Que usando, non se escusa
Que non menguen las mançanas.
Calandras e ruiseñores
En él cantan noche e dia,
E fazen grant melodia
En deslayos e discores,
E otras aves mejores,
Papagayos, filomenas,
En él cantan las serenas
Que adormecen con amores.
La entrada del vergel
A mí fué sienpre defesa,
Mas, amigos, non me pesa
Por saber cuanto es en él:
Es mas dulce que la miel
El rocío que dél mana,
Que toda tristesa sana
El plaser que sale dél.