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Obras completas de Menéndez... > ANTOLOGÍA DE LOS POETAS... > IV : PARTE PRIMERA : LA... > TEXTOS POÉTICOS > REVELACIÓN DE UN HERMITAÑO (ANÓNIMO)

Datos del fragmento

Texto

[p. 263]

Esta es una revelacion que acaesció a un ome bueno, hermitaño de santa vida, que estava resando una noche en su hermita e oyó esta revelacion, el cual luego la escrivió en rimas, ca era sabidor en esta ciencia gaya.

       COMIENÇA E DICE ASÍ

   Despues de la prima la ora pasada,
En el mes de enero la noche primera,
En cccc. e beinte durante la hera,
Estando acostado, allá en mi posada;
Non pude dormir essa trasnochada,
A la mañana un sueño me bino,
Veredes, señores, lo que me abino
Mientra pasava el alumbrada.
   En un balle fondo, escuro, apartado,
Espeso de jaras, soñé que andava
Buscando salida e non la fallava,
Topé con un omne que yasia finado.
Holia muy mal, ca estava finchado,
Los ojos quebrados, la fas denegrida,
La boca abierta, la barba caida,
De gusanos e moscas muy acompañado.
   Mirando el cuerpo de chico balor,
Oi una bos aguda muy fiera,
Abri los mis ojos por mirar quien era,
Vi una ave de blanca color.
Desia contra el cuerpo: hereje, traidor,
Del mal que fesiste, si eres repiso.
Por tu bana-gloria e falso riso,
Yo en el infierno bivo con dolor.
    [p. 264] Asentóse muy paso a su cabecera
Cercando el cuerpo todo a derredor.
Batiendo las alas con muy grand dolor,
Fasia gran llanto de estraña manera:
Desía: cuitada, commo soi señera
Non fallo lugar do pueda guarir,
Malo fue el dia que ove a benir
A ser tu cercana e tu conpañera.
   De Dios ni del mundo pavor non obistes
Falsaste su ley e sus mandamientos,
Incredulo fueste en tus pensamientos,
Jurando en bano mentiste, falsaste.
A pobres cuitados lo suyo tomaste
Con tu lujuria e mucha cobdicia,
E con tu sobervia e grande abaricia,
Donde yo era limpia muy mal me ensusiaste.
   Responde-me agora a esto que te digo,
Que tu bien solias de ti dar rason,
Pues mira agora mi tribulacion,
Que en alto ni en bajo non fallo abrigo.
¿Commo enmudeciste, mortal enemigo,
De lo que solias fablar e desir?
Mas me baldria contigo morir
Que non perseguir aquesto que sigo.

       DICE EL CUERPO

   Essa ora el cuerpo fiso movimiento,
Alçó la cabeça, començó a fablar,
E dixo: señora, ¿por qué tanto culpar
Me queres agora sin merescimiento?
Que si dije o fise fue por tu talento,
Si non mira agora cual es mi poder,
Que estos gusanos non puedo toller,
Que comen las carnes de mi criamiento.
   Tu mi señora, yo tu servidor,
Mis pies y manos por ti se movieron,
A do quisiste allá anduvieron,
Yo fuy la morada, tu el morador.
Pues por qué me cargas la culpa e error?
En caso que algo yo cobdicié aber,
La fuerça, señora, en ti fue e poder,
¿Por que me dejaste conplir mi sabor?

       DICE EL ANIMA

   O cuerpo maldito, vil, enconado,
Leno de fedor e de grand calabrina,
[p. 265] Metieronte en foyo, cubrieronte aina,
Dejaronte dentro a mal de tu grado.
Por ende tu piensas que as ya librado,
Primero seras delante el derecho,
Donde daras cuenta de todo tu fecho
Que en el mundo fesiste, do poco has durado.
   Dime agora, cuerpo de grand traicion,
Porque desvarias en tu departir,
Que si tu quisieses la berdat desir,
Bien sabes por cierto cual fue la ocasion.
Tres contrarios malos en una condicion,
El malo del mundo tan falaguero,
El diablo maldito, e tu el primero,
Trajiste-me atada en tu prision.

       DICE EL CUERPO

   ¿Por qué, señora, mas enojar
Me queres agora en esta sason?
Que en cuanto dejiste non tienes rason,
Vete en buena ora, dejes-me estar.
Pues el señor nos ha de jusgar
E dará a cada uno su merescimiento,
Mas bien me paresces que eres cimiento,
Pues por tus malos fechos has de penar.
   Ellos estando en esta porfia
Salió un diablo negro de un espesura,
Gesto espantable, de mala figura,
Tinasas de fierro en las manos traia.
Dixo contra el anima: tu serás mia,
E conmigo irás allá a mi posada,
A donde serás bien adverguada,
Que allá fallarás asás conpañia.
   El angel de Dios que esto beia,
Fue contra el malo muy airado,
E dixo: diablo sey ya pagado
De cuanto mal fases de dia en dia.
Pues te atreves con grande osadia,
De mi tu irás mal baratado,
Aunque te pese a mal de tu grado,
Aquesta anima será toda mia.
   Cuando fue el ánima de pena librada
E vió que tenia tan grand señorio,
Dijo del mundo que era desvario,
Pues que del iba tan despagada.
    [p. 266] E dixo así: mundo, de aquesta begada
Yo dire las cosas todas que ay en ti,
Porque en mi cuitada bien las senti
Por donde a poco fuera condenada.
   Dijo: mundo falso, de grand mesquindad,
Bil, reboltoso, de poca balia,
Jusgo por loco quien mucho en ti fia,
Nin fas su thesoro de tu banidad.
Que en caso que pongas en grand potestad
A algunos, en punto trastorna tu rueda,
Non ha tan discreta lengua que pueda
Desir tus locuras e gran falsedad.
   Aquel que ama la tu boluntad
Todo es lleno de mucha malacia,
Sobervia, enbidia e grand abaricia
Sienbras en todos e mucha maldad.
Cobdicia, e gula, e grand torpedad,
Luxuria muy fea e bil bana-gloria,
Toda está llena tu mala memoria,
De mucha infinta e grand banidad.
   Segund mi juisio son inorantes
Aquellos que siguen la tu falsa bia,
E tienen fiança en ti cada dia
En tus ximonias poco durantes.
Que puesto que sean asás abastantes,
De muchas riquesas e grand señorio,
Todo es niebla, viento e rocio
Que pasa e corre sus temporantes.
   A cuervos, milanos, mochuelos cuitados,
En alto trevol beo que los subes,
Con tan firmes alas fasta las nubes
Jamas nunca cesan sobir sus estados.
Nobles girafaltes, bailes y sardos
Derribas e abaxas en mar muy profundo:
Los tales juisios de falso mundo
¿Quién los jusgará por bien hordenados?
   Aquellos serán bien abenturados
Que se guardarán de tus fallimientos,
De tus enemigas e acaescimientos
Feos, torpes e desvariados.
Non podrian ser memorados
Tus teptaciones e desvarios,
Tus simonias, potipas e brios,
Todos son nada en cabo tornados.
   Veo que reyes e enperadores,
Papas, maestres e cardenales,
[p. 267] Sus magnificencias e pontificales,
Todos fenescen en banos sabores.
Condes, duques, obispos, priores,
Segund obraren, ansi gosarán,
E los letrados entonce verán
Los malos juisios tornar en favores.
   Ca sea berdad muy clara paresce
Que omne nascido non ha de levar
De ti falso mundo, si non bien obrar,
Que todo lo otro aina fallesce.
¿Pues cual pecador non se aborresçe
De sienpre pecar commo fase el moro?
Aquel es que bien obra que fas su tesoro,
Adonde por siempre el nunca peresce.
   Tu persona que has de mandar
Vasallos y tierra, riquesas y aber,
E non lo repartes segund es menester,
Mas sienpre punas de thesorar;
¡Guardate, mesquino, de mas ofensar,
Al tu fasedor con amas las manos,
Fecho de tierra, monton de gusanos,
Non quieras por poco perder buen lugar!
   Cuanto amorio nos quiso mostrar
El fijo de Dios por nos redemir,
Que puso su cuerpo bendito a sofrir
Tan afliciones esquivas sin par,
E muy de grado quiso tomar
Muerte cruel e ser flagelado,
Preso, ferido e muy desonrrado
En cuanto humano, por te salvar.
   Non fue meresciente segund me semeja
Mas fue pastor de grand caridad,
Que con mucha paciencia e grand humildat
Derramó su sangre por ti su obeja.
Muy cara le cuesta la tu pelleja
A la su bendicta carne humana,
Pues pecador con boluntad sana,
Deves creer a quien bien te conseja.
   Aquella palabra deves noctar
Que su sancta Iglesia te dise atisa,
Reconóscete, hermano, que eres cenisa,
E en cenisa te has de tornar.
Ca non sabes el dia que te ha de llamar
Que bayas dar cuenta de cuanto fesiste,
E si condepnado ser meresciste
Chino nin Bartolo non cabe alegar.

Notas