La expresión Escuela de Salamanca se utiliza de manera genérica para designar el renacimiento del pensamiento en diversas áreas que llevó a cabo un importante grupo de profesores universitarios españoles y portugueses, pero especialmente los teólogos , a raíz de la labor intelectual y pedagógica de Francisco de Vitoria en la Universidad de Salamanca. No cabe duda que el influjo de la Escuela se debió sentir en otras naciones, puesto que muchos de los componentes de la Escuela dieron clases en universidades de fuera de España.
Se inscribe dentro del contexto más amplio del Siglo de Oro español, en el que no solamente hubo una eclosión de las artes, también en Salamanca, donde floreció la escuela literaria salmantina, sino también de las ciencias, que se manifiesta especialmente en esta Escuela.
Además de que, por la evolución política posterior, en España no interesaba seguir por los caminos marcados por los profesores de Salamanca, su reconocimiento internacional ha sido muy tardío, pues las naciones protestantes (que son mayoría entre las que han escrito la ciencia a partir del siglo XVIII) no debían sentirse cómodas reconociendo la modernidad de unos teólogos que fueron punteros en el Concilio de Trento. Sin embargo, poco a poco su labor se va rescatando del olvido y, por ejemplo, en los años 50 del siglo XX, Joseph Alois Schumpeter reivindicó la aportación de los salmantinos al origen de la ciencia económica (en la corriente de pensamiento económico español que se conoce con el nombre de arbitrismo).