Presentación a la B. V. Valle Inclán, Cantor de la Tradición

 

Xavier del Valle-Inclán Alsina
Bibiotecario y escritor
Nieto de Ramón del Valle-Inclán

 

valle-inclán-retratoCantor de la Tradición… y de alguna cosa más.

Xavier Agenjo Bullón fue mi primer jefe en la Biblioteca Nacional de España cuando me contrataron para trabajar en el Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico. Desde entonces no he dejado de tener noticias suyas y de sus proyectos. Hoy me honra al solicitarme unas letras que acaso sirvan para presentar su penúltima aventura bibliográfica, que consiste en la puesta a disposición del público de dos repertorios digitales, uno, que sería un conjunto de cabeceras de prensa carlista [Ver Biblioteca Virtual de Prensa Carlista], otro, las obras de Ramón del Valle-Inclán que a mediados del siglo XX se imprimieron bajo los sellos de las editoriales Rúa Nova y Plenitud, la colección Opera Omnia. Quisiera decirles que Rúa Nova alude a un lugar del mismo nombre en la parroquia de San Lourenzo de András, en tierras arousanas, muy cercano a Vilaxoán, donde se encuentra un pazo tan vinculado a don Ramón que basta saber que allí tuvo su origen el apellido Valle-Inclán al contraer matrimonio Pablo del Valle y María Antonia Inclán.

Tampoco quisiera dejar pasar la oportunidad de señalar que la labor de ambas editoriales se desarrolló bajo el estrecho marcaje del aparato censor de diferentes gobiernos del general Francisco Franco, siempre con el apoyo eclesiástico y el concurso de funcionarios al quite para mostrar su lealtad a lo que fuere menester y a quien desempeñara el cargo de director general de Propaganda o director general de Información.

Sí, algún carlismo y no poco tradicionalismo destilaban determinadas obras de Ramón del Valle-Inclán, pero no el suficiente para ser bien recibidas en las cuevas de los censores civiles y ensotanados. Un aparato censor que, además, se mostraba caprichoso pues en 1953 vetó al editor José Ruiz-Castillo Basala la edición de las cuatro Sonatas en un solo volumen. Lo curioso es que el mismo organismo había permitido lo contrario… en 1940.

Lo chocante es que, además, las Sonatas entraban en territorio español impresas en la República Argentina, donde las tiraba Espasa-Calpe, y llegaban a las librerías sin problema. Sueltas, sí: pero en un volumen, no. Sin embargo, aquella censura apadrinaba por aquellos años, años 50, una revista musical de Celia Gámez, La hechicera en palacio, con todos los ingredientes frívolos de esa clase de espectáculos, menos dañinos, al parecer, que las miradas de la Niña Chole o las galantes aventuras del marqués de Bradomín. Algún día habrá quien se ocupe del proceder de la censura franquista con ambas editoriales y también de las trabas que se pusieron a las representaciones teatrales.

De momento, felicitémonos por este trabajo de mi tocayo, Xavier Agenjo Bullón, que nos facilita el acceso, la consulta y el estudio de la obra del autor de Divinas palabras.